En el complejo proceso de la escritura teatral, será necesario que cada parte activa se plantee y replantee constantemente qué escribir, y porqué y para qué escribir teatro. Es un punto importante, ya que a medida en que se logre particularizar aún más, mayor va a ser la seguridad y solidez de la tarea.
La escritura teatral (extendamos el concepto también a todos los hechos artísticos) resulta ser una expresión subjetiva del mundo, siempre social - en su génesis, en sus objetivos, en su recepción -, aunque sea realizada por un artista "individual", objetivada en una obra, para satisfacer necesidades sociales muy diversas, afectivas, emocionales, volitivas, actitudinales y también cognoscitivas. Las creaciones artísticas expresan modos de apropiación subjetivas de ese mundo. Recordemos: los hechos artísticos son productos sociales; aunque sean creados por un sólo individuo, la producción de éstos es social.
A la vez, cada sujeto - emergente de una trama de relaciones interpersonales que constituyen el horizonte de su experiencia - escribe a partir de sus propias necesidades, el vínculo con otras vivencias o conocimientos y la confrontación e integración de múltiples perspectivas enriquece a todos y a cada uno de los participantes. A veces se desconoce la hondura de lo que nos ha sucedido, y minimizamos nuestra capacidad o predisposición para escribir.
A la vez, cada sujeto - emergente de una trama de relaciones interpersonales que constituyen el horizonte de su experiencia - escribe a partir de sus propias necesidades, el vínculo con otras vivencias o conocimientos y la confrontación e integración de múltiples perspectivas enriquece a todos y a cada uno de los participantes. A veces se desconoce la hondura de lo que nos ha sucedido, y minimizamos nuestra capacidad o predisposición para escribir.
Gustavo Cano. Dictado Módulo 2 - Abril 08
(Sin audio)
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